Con una concepción más respetuosa con el medioambiente, las tres versiones del nuevo Samsung Galaxy S23 contienen un 80 % de plástico reciclado (procedente de redes de pesca en un 20 %) así como un 22 % de vidrio reciclado.
Si bien el S23, el más reciente de la gama, se distingue por un diseño depurado y unas funcionalidades cada vez más potentes, sobre todo es la vitrina de la estrategia medioambiental de la firma coreana, que apuesta por lograr tecnologías más respetuosas con el medioambiente en cada fase del ciclo de vida de sus productos. Ya sea diseñando productos cada vez más duraderos o incorporando una mayor proporción de materiales reciclados en un número creciente de componentes.
En efecto, el S23 es actualmente el teléfono inteligente de Galaxy que incorpora un mayor número de componentes fabricados a partir de materiales reciclados, ya que integra doce dispositivos internos y externos hechos de materiales reciclados, mientras que el modelo anterior tan solo contaba con seis componentes internos reciclados.
También ha aumentado la gama de materiales reciclados que utilizan, con la incorporación del aluminio y el cristal reciclados preconsumo y los plásticos reciclados posconsumo procedentes de redes de pesca abandonadas, botellas de PET usadas y bidones de agua desechados. El producto final se suministra dentro de un envase rediseñado y fabricado con cartón 100 % reciclado.
Los materiales reciclados preconsumo proceden de fuentes de producción —por ejemplo, materiales derivados de desechos industriales (restos de fabricación)— o de productos retirados que no han llegado a ser usados por el consumidor. Tanto la pantalla, la pieza más visible del dispositivo, como la parte de atrás del teléfono inteligente, están formados actualmente por un 22 % de vidrio reciclado. La parte exterior de los botones de volumen y de encendido, e incluso el cajetín de la tarjeta SIM, son de aluminio reciclado. El interior de estos mismos botones está fabricado a partir de grandes bidones de agua reciclados, mientras que para la fabricación del panel posterior y de la película protectora del teléfono se utilizarán botellas de PET usadas.
En cuanto a las redes de pesca abandonadas, se encargan de la recogida el socio de Samsung y los pescadores locales dentro de un radio de aproximadamente 50 km de la costa del océano Índico, en comunidades o zonas donde la gestión de los residuos es inexistente o muy poco eficaz. A continuación, son transformadas en Akulon® RePurposed, una poliamida de alto rendimiento con la que se fabrican actualmente los altavoces del Galaxy S23.
El gigante coreano se propone ahora reciclar estas redes fantasma de pesca para la fabricación de toda su gama de productos: «Al seguir aumentando la cantidad de materiales reciclados en nuestros dispositivos Galaxy, ayudamos a reducir nuestro impacto sobre el medioambiente. Concretamente, el uso de plásticos reciclados procedentes de los océanos en la serie Galaxy S23 podría evitar que más de 15 toneladas de redes de pesca usadas acaben en los océanos de todo el mundo antes del fin de 2023, ayudando así a reducir la contaminación oceánica».
A finales de 2022, Samsung recibió el Sustainable Product Award por su innovación basada en el reciclaje de residuos plásticos recuperados de los océanos e incorporados en los productos Samsung Galaxy. La empresa se ha fijado una primera serie de objetivos de cara a 2025 para reducir su huella medioambiental y optimizar el uso de recursos desde el diseño hasta el final de la vida útil de sus productos Galaxy. Finalmente, de cara a 2050, espera alcanzar el 100 % de plástico reciclado en sus teléfonos inteligentes y, antes de que acabe 2025, prevé haber eliminado completamente el plástico de sus embalajes.
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FUENTE: PLASTIC LE MAG / PLASTICS EUROPE
